Valle de Jezreel (Israel) |
1:1 Aconteció después de la muerte de Moisés siervo de Jehová, que Jehová habló a Josué hijo de Nun, servidor de Moisés, diciendo: 1:2 Mi siervo Moisés ha muerto; ahora, pues, levántate y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel. 1:3 Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie. 1:4 Desde el desierto y el Líbano hasta el gran río Eufrates, toda la tierra de los heteos hasta el gran mar donde se pone el sol, será vuestro territorio. 1:5 Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé. 1:6 Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos. 1:7 Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas. 1:8 Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. 1:9 Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas. (Biblia Reina Valera)
PARA PENSAR
¿Cuales son nuestras grandes conquistas como personas?...
Desde que llegamos a Cristo, ¿Cuáles son nuestras grandes conquistas como discípulos de Jesús?...
¿Cuáles son las prioridades de nuestra vida actualmente?.
Uno de los grandes problemas del pueblo de Cristo en la actualidad, es que vive más preocupado de responder a la presión del momento, porque falta algo o necesita algo. En este trasegar de la vida, nos vamos quedando con los problemas de la vida y vamos dejando de lado las promesas y la esperanza del Dios vivo.
Creemos que las grandes conquistas que debemos tener, están relacionadas con la vivienda, el carro, la culminación de los estudios, las finanzas. Pero las verdaderas conquistas para el pueblo de Dios se resumen en la siguiente cita: Lucas 12:31, Más buscad primeramente el Reino de Dios y todas estas cosas os serán añadidas.
PERFIL DE UN HOMBRE
La Biblia llama a Josué como el Hijo de Nun, quien desde pequeño demuestra ser diferente a todos en el pueblo Israelita.
Se hace seguidor de Moisés y su más cercano discípulo.
Nunca se apartaba de en medio del Tabernáculo. (Ex. 33:11)
Por sus características, nombrado sucesor de Moisés por mandato de Dios mismo (Números 27:18-0).
Con un llamado excepcional (Jos. 1:1-9).
De carácter firme.
Guiado por la sabiduría de Dios.
Adorador por excelencia. (Ex. 33:11; Jos. 5:14-15)
LLAMADO A TOMAR POSESIÓN
No se puede ser un creyente sino se toma una posición dentro de la obra del Señor. Para Josué, servirle al Señor se convirtió en una tarea prioritaria, a tal punto que su vida la dedicaba al Señor y finalmente, Moisés contó con él para muchas cosas que tenían que ver con la dirección del Pueblo.
Pero el principal desafío no era quedarse en medio del pueblo como discípulo. Había que ir a conquistar las bendiciones de Dios para el pueblo.
Como creyentes pensamos que Dios sabe lo que necesitamos, pero nos quedamos quietos y no vamos en su conquista. Creemos que por el simple hecho de ser salvos, ya todo llegará a nuestras manos. Pero la biblia hace un énfasis grande en la tarea del creyente: “ir”. Si Jesús no hubiese dicho “id y haced discípulos a todas las naciones”, difícilmente conoceríamos hoy en día la salvación. Si Pablo no hubiese tomado la determinación de ir a predicar a los gentiles, dudo mucho que hoy pudiéramos estar en una sociedad en la cual se pueda conocer la voluntad de Dios por medio de Jesucristo.
LAS CONDICIONES DE UNA CONQUISTA
El libro de Josué nos presenta varias ideas que tienen que ver con la conquista del creyente:
1. Levantarse. El texto nos habla de que a la muerte de Moisés, Josué se debía levantar y tomar el liderazgo en los proyectos de Dios. En un contexto cristiano actual, debemos hacernos una pregunta: ¿Qué es lo que nos impide levantarnos en los proyectos del Señor?.
2. Visualizar el terreno que se va a conquistar. En el libro de Josué, el mandato de Dios es la conquista de un basto terreno. Mientras que para muchos Israelitas, la tierra prometida era sólo un sueño, una utopía, algo inalcanzable, y sólo pensaban en un pequeño terreno, el mandato de Dios era Claro y hacía referencia a una gran extensión de terreno: No era simplemente conquistar una pequeña ciudad, no, se trataba de conquistar a naciones enteras. En un contexto cristiano actual, debemos hacernos una pregunta: ¿A qué nos esta desafiando a conquistar el Señor?.
3. Tomar la autoridad de Dios. El verso 5 nos presenta el respaldo divino. No se puede conquistar sin el respaldo del Señor. Por eso, toda conquista que se haga en las fuerzas humanas, tiene una alta probabilidad de fracaso. En el reino de Dios nos movemos es por su presencia, por su respaldo, que por nuestras emociones. En un contexto cristiano actual, debemos hacernos una pregunta: ¿Cómo estamos actuando: bajo la autoridad de Dios o bajo nuestra propia autoridad?.
4. Esforzarse y dejar los miedos. La expresión Esfuérzate y se valiente se repite en tres ocasiones: la primera es en el verso 6, donde se hace alusión a la tarea por hacer. La segunda, en el verso 7 donde, no solamente se hace referencia a una tarea, sino a la condición esencial que mantendrá el respaldo de Dios en la tarea: No apartarse de los mandatos dados por Dios. Esto implica que sea necesaria una vida de rectitud y Santidad. Pero es interesante el resultado que el texto termina planteando: “Porque entonces harás prosperar tu camino y todo te saldrá bien”. La tercera, en el verso 9, da una consecuencia directa de los anteriores versos: Jehová tu Dios estará contigo en dónde quiera que vayas. En un contexto cristiano actual, debemos hacernos dos preguntas: ¿Hacia qué estamos encausando nuestros esfuerzos? ¿Cuáles son los principales temores que nos aquejan como creyentes?.
LA INVITACIÓN AL PUEBLO SANTO DE DIOS
1. Levantarnos de la religiosidad que tenemos.
No podemos quedarnos sentados esperando a que “otros” hagan lo que nos toca hacer a nosotros en el Reino de Dios. Debemos levantarnos de en medio de las seguridades que tenemos, de en medio de las situaciones de pecado que tocan la integridad de nuestras vidas y de en medio de todo aquello que no le agrada al Señor y que aún permanece en nuestras vidas.
2. Veamos lo que Dios tiene para que sea conquistado por nosotros
Isaías 55:8-9 dice: Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.
55:9 Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.
Generalmente los únicos pensamientos que rondan nuestra mente, son los limitados pensamientos que podemos tener por causa de nuestra necesidad presente. Pero Dios nos desafía a ver más allá de nuestras propias narices y tener una perspectiva, no humana, ni religiosa, sino espiritual desde la óptica de Dios.
3. Tomar la autoridad que Dios nos ha conferido por medio de su hijo Jesucristo.
La gran comisión de “ir y hacer discípulos a todas las naciones”, es una tarea prioritaria para todo creyente, que le debe empujar a vivir radicalmente el evangelio y predicar, no sólo con su palabra, sino también con su testimonio (Tito 2:1.7).
La autoridad conferida por Dios, nos tiene que llevar a tomar decisiones personales, familiares y ministeriales desde la Palabra de Dios y desde la revelación que el Espíritu Santo nos de.
4. Esforzarnos y ser valientes.
1. En las tareas que tenemos que desarrollar como personas y principalmente como Cristianos.
2. En vivir una vida plena en la Palabra de Dios y caracterizada por el sello de la Santidad y Rectitud al Señor.
3. Creyendo y viviendo el respaldo directo de Dios, que nos acompaña en donde estemos y en lo que emprendamos bajo su dirección.
Así el resultado es simple:
“Porque entonces harás prosperar tu camino y todo te saldrá bien”
Nota final:
• ¿Cuáles son los impedimentos para levantarte a hacer la obra del Señor?
• ¿A qué conquista te esta llamando el Señor?
• En la presencia del altísimo, preséntate como obrero dispuesto a hacer su voluntad y toma la determinación hoy mismo de vivir como un siervo del Señor dispuesto a conquistar las bendiciones de Dios y a dejarte guiar por su palabra y por su presencia en la encomienda que te ha puesto.