viernes, 30 de julio de 2010

Porque vosotros sois el Templo del Dios viviente

2 Corintios 6:14-18

6:14 No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?
6:15 ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo?
6:16 ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, Y seré su Dios,
Y ellos serán mi pueblo.
6:17 Por lo cual, Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, Y no toquéis lo inmundo; Y yo os recibiré,
6:18 Y seré para vosotros por Padre, Y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso.. (RV 1960)

6:14 No se asocien íntimamente con los que son incrédulos. ¿Cómo puede la justicia asociarse con la maldad? ¿Cómo puede la luz vivir con las tinieblas?
6:15 ¿Qué armonía puede haber entre Cristo y el diablo? ¿Cómo puede un creyente asociarse con un incrédulo?
6:16 ¿Y qué clase de unión puede haber entre el templo de Dios y los ídolos?. Pues nosotros somos el templo del Dios viviente. Como dijo Dios: “Viviré en ellos y caminaré entre ellos. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.
6:17 Por lo tanto, salgan de entre los incrédulos y apártense de ellos, dice el Señor. No toquen sus cosas inmundas y yo los recibiré a ustedes.
6:18 Y yo seré su Padre, y ustedes serán mis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso” (Biblia Lenguaje Sencillo)

UNA HISTORIA DE LA VIDA REAL


Gabriel, hombre que desde su infancia se vio atraído por el amor de Cristo, pero que de una manera u otra no le conoció sino hasta la edad de los 20 años. Su infancia y adolescencia estuvo marcada por todo tipo de placeres mundanos… el amor al dinero y a la vida fácil fue una de sus principales debilidades. Todo lo que construyó hasta antes de conocer a Cristo era marcado con el signo del pecado… nada le costaba porque lo tenía todo…. Excepto a Cristo.
Pero Dios quería llevarlo a un conocimiento real de Él por medio de su palabra. Y conoció a Cristo en medio de circunstancias muy adversas, donde gran parte de las cosas que tenía se habían desvanecido y la necesidad era uno de sus principales verdugos.
Al inicio de su vida Cristiana logró desarrollar un celo y un ardor profundo por la presencia de Dios en su vida y la búsqueda incesante de respuestas y de dirección de Dios por medio de la oración y la Palabra, le otorgó grandes méritos que lo establecieron en importantes lugares de liderazgo dentro de su congregación y lo llevaron a ser instrumento de Dios para alcanzar a otros para Cristo.
Pero en el fondo de su corazón aún anhelaba aquellos tiempos en los cuales tenía todo y no tenía necesidades. ¿Porqué ahora que tengo a Cristo, no tengo todo lo que necesito?- Se preguntaba de manera insistente-.
De pronto, la luz de Cristo que brillaba en él comenzó a desvanecerse y apareció un viento de oscuridad que impulsó a Gabriel a desear aquello que había perdido antes de conocer a Cristo, pero que, aunque era fruto de pecado, no dejaba de ser irresistible para el corazón de un hombre que no renunció en su corazón del todo a los placeres del mundo.
“Dos traguitos no le hacen mal a nadie”, decía… “Ese dinerito me lo consigo como sea”… afirmaba.
Ya su palabra no era de un hombre convencido de Cristo. Sus ojos no reflejaban la pasión del primer amor descubierto en Cristo…
Lo peor de todo fue que su testimonio se vino al suelo y muchos que en el principio conocieron a Jesús por él, decidieron dejarlo todo, porque, como la vida de Gabriel, era una farsa... ¿Cómo crees que terminó la historia?



¿QUÉ NOS ENSEÑA LA PALABRA DE DIOS SOBRE ESTA HISTORIA?

El plan de Dios: que seamos sus Hijos e Hijas… Todo hijo tiene privilegios y prebendas frente a su Padre. Somos herederos de las promesas y bendiciones de Dios para sus Hijos.

La condición de Dios para su pueblo: Salir de en medio de las cosas del mundo:
• Incredulidad. (Falta de fe. Desánimo espiritual. Falta de visión espiritual).
• Injusticia. (Jesús decía: Marcos 12:29-31 El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo). Esta es la verdadera justicia.
• Tinieblas. En el corazón humano se esconden sus bajas pasiones y malos deseos. Todo lo que esta guardado, termina siendo una piedra de tropiezo para una sana vida espiritual y una auténtica vida Cristiana.
• Belial. Representa o figura al príncipe de este mundo, quien en el desierto tentó a Jesús y hoy en día usa artimañas muy sutiles para arrastrar a los hijos de Dios hacia la condenación del mundo.
• Idolatría. Llámese la adoración de dioses distintos al Señor. Amor desmedido e incontrolable por algo o por alguien.

El resultado de la condición de ser hijos de Dios:
• DIOS HABITA EN MEDIO DE NOSOTROS.
• SOMOS TEMPLOS DEL DIOS VIVIENTE.

Nota final:
• Debemos reflexionar sobre nuestro papel de hijos de Dios, respecto al testimonio que estamos dando tanto al interior de nuestros hogares, como en nuestro papel en la sociedad.
• La Palabra de Dios nos abre el entendimiento respecto a lo que agrada y a lo que no agrada al Señor. Busquemos con toda confianza la sabiduría que otorga el Señor a los que le aman.
• Si tu vida hoy se encuentra opacada por las tinieblas del mundo, preséntate ante el altar del Señor y renuncia a todo lo que te aparta de la gracia de la presencia de Dios.

martes, 20 de julio de 2010

Transformados por la Palabra de Dios


Hebreos 4:12
Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. (RV 1960)
Cada palabra que Dios pronuncia tiene poder y tiene vida. La Palabra de Dios es más cortante que una espada de dos filos, y penetra hasta lo más profundo de nuestro ser. Allí examina nuestros pensamientos y deseos, y deja en claro si son buenos o malos. (Biblia Lenguaje Sencillo)

¿Qué significa el término PALABRA?
Facultad de hablar.
Empeño que hace alguien de su fe y probidad en testimonio de lo que afirma.
Expresión verbal o escrita de una idea.
En resumen, la PALABRA transmite o le da vida a una idea.

¿Qué es la PALABRA DE DIOS?
Se refiere a la comunicación de Dios con el hombre. Por ser la palabra el vehículo con que se expresan los pensamientos, es el medio más común con el que Dios revela y realiza sus propósitos. La Palabra de Dios es una extensión de su personalidad. Luego, está investida de autoridad divina y deben respetarla y obedecerla tanto los ángeles como los hombres (Dt 12.32; Sal 103.20). La Palabra de Dios es permanente (Is 40.8) y tiene que cumplirse (Is 55.11).
En el Nuevo Testamento la frase «palabra de Dios» (logos tou theóu) generalmente denota un mensaje predicado, sobre todo el del evangelio o el cristiano en general, predicado por Cristo y sus apóstoles (Lc 5.1; 8.11, 21; Hch 6.2; Ef 6.17; Heb 6.5; 13.7; 1 P 1.23).

Características de la Palabra de Dios:
Viva: Genesis 1: 3-28 Creación.
Juan 1:1-4 El verbo era Dios… todas las cosas por él fueron hechas.
Eficaz: Isaías 55:10-11 No volverá a mi, hará lo que yo quiero y será prosperada en aquello
Para lo que la envié.
Penetra: Lucas 8:15 Mas la que cayó en buena tierra, éstos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto con perseverancia.
Discierne los pensamientos e intenciones: Salmos 139:1-4 Has entendido desde lejos mis
Pensamientos.



¿Qué importancia tiene para el creyente la Palabra de Dios?
• Es alimento vital……………………………….. Mateo 4:4
• Discierne la vida del creyente……………. Hebreos 4:12
• Determina el crecimiento de la fe…….. Romanos 10:17
• Produce frutos………………………………….. Isaías 55:11, Lucas 8:15.

Nota final:
• Solo Dios es el que tiene el poder para transformar nuestras vidas y lo hace por medio de su Palabra.
• Debemos leer la Palabra de Dios con el propósito firme de que nos ministre y nos instruya conforme a la voluntad de Dios.
• Si alguien encuentra su vida escasa de Palabra de Dios, preséntese al altar y propóngase delante del Señor dejarse tocar por su palabra que sana, salva, restaura y transforma.

"Sed Santos porque Yo soy Santo". Dice el Señor


1 Pedro 1: 15-16
1:15 sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; 1:16 porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo. (R.V. 1960)
1:15 Pero ahora, sean santos en todo lo que hagan, tal como Dios, quien los eligió, es Santo. 1:16 Pues las Escrituras dicen: “Sean Santos, porque yo soy Santo”. (Nueva Traducción viviente)

¿Por qué ser Santo?

- Porque somos imagen de Dios que es Santo.
Génesis 1:27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.

- Porque Dios nos eligió.
Levítico 20:26 Habéis, pues, de serme santos, porque yo Jehová soy santo, y os he apartado de los pueblos para que seáis míos.
1 Pedro 2:9 Más vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable

Vivir la santidad consiste en

1. Poner nuestros ojos y nuestro corazón en el Señor. (Véase Esteban y Véase Fe)
Hechos 7:55-56
7:55 Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios,
7:56 y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la diestra de Dios.

2. Obedecer la Palabra del Señor.
Levítico 20:7-8
20:7 Santificaos, pues, y sed santos, porque yo Jehová soy vuestro Dios.
20:8 Y guardad mis estatutos, y ponedlos por obra. Yo Jehová que os santifico.
1 Pedro 1:14
1:14 como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia

3. Entregar nuestra vida a los propósitos y planes de Dios.
Levítico 21:6
21:6 Santos serán a su Dios, y no profanarán el nombre de su Dios, porque las ofrendas encendidas para Jehová y el pan de su Dios ofrecen; por tanto, serán santos.
1 Pedro 2:5
2:5 vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.

Romanos 12:1-2
12:1 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.
12:2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

Nota final:
• Cada uno de nosotros tenemos un papel muy importante en el Cuerpo de Cristo que es la Iglesia.
• Debemos orar constantemente para pedir la dirección del Espíritu Santo y vivir de manera santa, tal como Dios lo ordena en su palabra.
• Si alguien siente que le esta faltando vivir en santidad, acérquese al trono de la gracia, pida perdón, reconcíliese con el Señor y pida la dirección del Espíritu para vivir en Santidad.

LAS CUATRO ARMAS ESPIRITUALES DEL CREYENTE


Efesios 5:12 “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. 13 Por tanto, tomad la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes”

Un paso importante para en esta lucha:

SANTIDAD A JEHOVA
La base de la vida del creyente

La Santidad en el Antiguo Testamento
La diadema santa (28.36–39)
El turbante (mitra) era un gorro sencillo de lino blanco, tal vez no muy diferente del que usa un chef de cocina moderno, sólo que no tan alto. En el turbante, sostenido por un cordón de azul, había una lámina de oro que decía «Santidad a Jehová». Se le llamaba «la diadema santa» (29.6; 39.30; Lv 8.9) y enfatizaba el hecho de que Dios quería que su pueblo sea santo (Lv 11.44; 19.2; 20.7). La nación era acepta delante de Dios debido al sumo sacerdote (v. 38), así como el pueblo de Dios es aceptado en Jesucristo (Ef 1.6). Debido a Jesucristo, el pueblo de Dios hoy es un sacerdocio santo (1 P 2.5) y real sacerdocio (1 P 2.9).
qadash (קָדַשׁ, 6942), «santificar, ser santo». Este verbo también aparece en fenicio, arameo bíblico y etiópico. En ugarítico q-d-sh significa «santuario», y en babilónico antiguo qadashu quiere decir «brillar». Qadash se encuentra unas 170 veces durante todos los períodos del hebreo bíblico.
La raíz principal de este verbo denota un acto o estado por el cual personas o cosas se apartan para el culto a Dios: se consagran o se «hacen sagradas». Para el culto a Dios. Esta acción o condición significa que el objeto o la persona es «consagrada». Debido a este acto y en ese estado la cosa o persona consagrada no debe emplearse en trabajos ordinarios (o de uso profano) y deben tratarse con especial cuidado porque son propiedad de Dios.

La Santidad en el Nuevo Testamento
jagiazo (ἀγιάζω, 37), hacer santo (de jaagios, santo; véase B, Nº 1). Significa poner aparte para Dios, santificar, hacer una persona o cosa lo opuesto a koinos, común. «Se utiliza: (a) del oro adornando el templo y de la ofrenda puesta sobre el altar (Mt 23.17, 19); (b) de comida (1 Ti 4.5); (c) del cónyuge incrédulo de una persona creyente (1 Co 7.14); (d) la purificación ceremonial de los israelitas (Heb 9.13); (e) del nombre del Padre (Lc 11.2); (f) de la consagración del Hijo por parte del Padre (Jn 10.36); (g) del Señor Jesús dedicándose a sí mismo a la redención de su pueblo (Jn 17.19); (h) al hecho de poner aparte al creyente para Dios (Hch 20.32; cf. Ro 15.16); (i) del efecto sobre el creyente de la muerte de Cristo (Heb 10.10, dicho de Dios, y 2.11; 13.12, dicho del Señor Jesús); (j) de la separación del creyente del mundo en su conducta, por el Padre por medio de la Palabra (Jn 17.17,19); (k) del creyente que se aparta de aquellas cosas que deshonran a Dios y su evangelio (2 Ti 2.21); (1) del reconocimiento del señorío de Cristo (1 P 3.15). En Ap 22.11: «el que es santo, santifíquese todavía», el aoristo o tiempo puntual expresa lo terminante y consumado del acto divino.
«Por cuanto cada creyente es santificado en Cristo Jesús (1 Co 1.2, cf. Heb 10.10), una designación frecuente en el NT para todos los creyentes es «santos», jagioi, esto es, «santificados». Así la santidad, o santificación, no es un logro, sino el estado al que Dios, en su gracia, llama a los pecadores, y en el que comienzan su curso como cristianos (Col 3.12; Heb 3.1)» (de Notes on Thessalonians, por Hogg y Vine, pp. 113-114).

Para que estas armas espirituales sean efectivas se debe comenzar por LA SANTIDAD
La SANTIDAD es lo que le da validez a estas armas:

FE

Hebreos 11: 1. Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. 2 Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos. 3 Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.

En una realidad material, nos lleva a prever lo natural: ejemplo el día que viene, el clima, los compromisos, los negocios…

En una realidad espiritual, se conecta a lo natural y lo afecta… en el buen sentido (lo santifica) y en el mal sentido (lo maldice).

Fidelidad y compromiso determinan el poder y la altura de tu fe.

ORACIÓN

Jeremías 33: 2 Así ha dicho Jehová, que hizo la tierra, Jehová que la formó para afirmarla; Jehová es su nombre: 3 Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.
La oración es un contacto vital para mantenerse en comunión con Dios.
Una vida escasa de oración es una vida llena de problemas.
Una vida llena de oración es una vida llena de revelación.

Para darle la honra a Dios (Alabanza – Adoración)
Mateo 11:25 En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños. 11:26 Sí, Padre, porque así te agradó.
Para preservarse en el momento de la prueba
Mateo 26:41 Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.
Para recibir el favor de Dios
Marcos 11:24 Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.

AYUNO

Abstenerse de comer alimento (puede ser de una mañana o de todo un día).
El ayuno tiene el poder de alinear el espíritu con los propósitos de Dios y de alinear el alma y al cuerpo con el espíritu.
Ayuda a alcanzar la victoria en los momentos de dificultad (2 Cro 20)
Se usa para recibir una respuesta o una dirección de Dios. (Daniel 9:3 y 9:21-22)
Es un arma que nos prepara para expulsar fuera demonios (Mateo 9:14-29)

OFRENDA

Desde el Antiguo Testamento
minjah (מִנְחָה, 4503), «ofrenda; tributo; presente; don, sacrificio; oblación». El Antiguo Testamento contiene varios nombres que tienen que ver con algún tipo de «ofrenda». Minjah se encuentra unas 200 veces en el Antiguo Testamento, en todos los períodos. También se usa en hebreo moderno, con el sentido de «don o presente» y de «oraciones vespertinas»
Primero, minjah se usa muchas veces en el Antiguo Testamento para referirse a un «don» o «presente» de una persona para otra.
Segundo, a menudo minjah se usa indicando el «tributo» que se paga a un rey o señor.
Tercero, minjah se usa a menudo para referirse a cualquier «ofrenda» o «don» para Dios, ya fuera vegetal (granos/cereales) o animal («sacrificio de sangre»)
Exodo 36: 2-7

Desde el Nuevo Testamento
prosfero (προσφέρω, 4374), primariamente, traer a (pros, a; fero, traer), también denota ofrecer: (a) del sacrificio de Cristo de sí mismo (Heb 8.3)
anafero (ἀναφέρω, 399), primariamente, conducir o llevar arriba (ana, arriba), denota también ofrecer: del sacrificio de Cristo de sí mismo.
Hechos 10:1-4

La primera ofrenda del creyente debe ser su propia vida.
La segunda ofrenda del creyente debe involucrar todo lo que tiene: sus apegos, sus posesiones materiales y sus finanzas


Ore, amado hermano, para que Dios nos haga sabios en el espíritu y seamos obreros eficaces para su obra en nuestras vidas y en la tierra.